Ley de la Segunda Oportunidad: La reforma de la ley permite cancelar las deudas para volver a vivir

La Ley de la Segunda Oportunidad (LSO) es un proceso administrativo que permite a una persona cancelar sus deudas por ley.

Dicho de otra manera, es una herramienta a disposición de particulares y autónomos que les ayuda a dejar atrás una situación económica complicada. Esto es posible mediante la negociación de nuevas condiciones con los acreedores y, en última medida, conseguir la cancelación de las deudas.

Para acogerse a la LSO, es necesario cumplir con una serie de requisitos. Este procedimiento está regulado por la Ley 25/2015 de mecanismo de segunda oportunidad y reducción de carga financiera. En este enlace puedes ver el archivo original publicado en el BOE.

CANCELA TUS DEUDAS PARA VOLVER A VIVIR

¿Quiénes pueden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad?

La Ley de la Segunda Oportunidad está hecha principalmente para los ciudadanos particulares y los autónomos. Su nombre viene de la cancelación de la deuda, que permite empezar de nuevo a las personas que se acogen a ella.

En el texto legal se establecen las condiciones o requisitos que se deben cumplir para poder iniciar el proceso:

  1. Declarar el estado de insolvencia actual o inminente.
  2. No ser declarado culpable en el concurso.
  3. La obligación total de las deudas no puede superar los 5 millones de euros.
  4. No haberse acogido a la LSO en los 10 años previos.
  5. No haber sido condenado por delitos económicos o falsedad documental en los 10 años anteriores.
  6. La buena fe del deudor.

Para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, es necesario que se cedan todos los bienes y activos, exceptuando los que son imprescindibles para el desarrollo de la actividad profesional (por ejemplo, taxis, camiones, maquinaria industrial, local comercial, etc.). Una vez liquidados, o bien vendidos los bienes del deudor, se procederá a solicitar la exoneración o cancelación de las deudas al juzgado correspondiente.

¿Qué puedes conseguir con la ley?

El primer paso del proceso consiste en reunir una documentación básica relacionada con las deudas. En este paso, nuestros abogados te asesorarán y te darán soporte continuado para ayudarte a conseguir toda la documentación necesaria para poder cancelar tus deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad.

Una vez reunida toda la documentación necesaria y relativa a tus deudas, presentaremos la solicitud de cancelación de deudas al juzgado correspondiente, que es el que permitirá la cancelación o exoneración final de las deudas.

¿Cuáles son los beneficios?

Lo beneficios que puedes obtener gracias a la ley son claros:

  • Volver a pedir financiación.
  • Desaparecer de los listados de morosidad.
  • Volver a tener tarjetas de crédito.
  • Empezar una nueva vida.

Gracias a la aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad para particulares, aquellos que han fracasado en sus finanzas no deberán afrontar las deudas mediante su patrimonio presente y futuro (vivienda, vehículos, nóminas, etc.).

¿En qué consiste el nuevo procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad?

La nueva Ley de la Segunda Oportunidad introduce 3 novedades muy relevantes que benefician al cliente.

La primera de ellas es que se prescinde la figura del notario. Anteriormente, esta gestión provocaba desplazamientos del cliente que podían suponer un coste de alrededor 300 euros, el cual, actualmente, el cliente se ahorra.

La segunda novedad y más relevante de la nueva Ley de la Segunda Oportunidad es la eliminación de la figura del mediador. Según el caso, podía costar aproximadamente 1.200 euros de media, dinero que ahora también se ahorrará el cliente. Además, el proceso se agiliza en cuestión de tiempo, ya que anteriormente se dilataba considerablemente el procedimiento para cancelar las deudas.

La tercera y última novedad es el tiempo que los juzgados se han marcado para concluir y conceder la cancelación de deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad.

Consideramos que estas tres novedades suponen un beneficio enorme en cuanto a la agilidad y reducción de costes en el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad. Esto beneficiará sin duda a millones de particulares y autónomos que, por una cuestión de costes, no iniciaban el procedimiento de cancelación de deudas mediante la Ley de la Segunda Oportunidad.

¿Se pueden cancelar todas las deudas?

No todas las deudas se eliminan con la LSO. En las deudas con Hacienda y con la Seguridad Social, se cancelan como máximo 10.000 euros para cada una de ellas y de forma independiente. En cuanto a la cantidad pendiente, se realizará un plan de pago con la administración correspondiente. Las deudas nuevas que se hayan generado tampoco se contabilizarán.

En el caso de las hipotecas, la Ley de la Segunda Oportunidad no ofrece amparo total, pero sí tiene una aplicación especial. En caso de realizarse la ejecución hipotecaria y no disponer del dinero necesario para saldar las deudas, se puede exonerar la deuda restante. Esto es posible entregando la vivienda hipotecada y gracias a los beneficios que ofrece la LSO.

La ley permite poner fin a esta situación, ya que el 100% de la deuda sería cancelable aplicando una dación en pago de facto. Es decir, una vez entregada la vivienda, el deudor podrá ser exonerado del pago de la cantidad restante de su hipoteca.

¿Las deudas se eliminan para siempre?

Las deudas desaparecerán en el momento de obtener su cancelación con la Ley de la Segunda Oportunidad. Durante un periodo de 5 años, el juzgado podría revisar el caso, si los acreedores lo solicitan. Podrían hacerlo, por ejemplo, si se sospecha que el deudor no ha obrado de buena fe y ha percibido una herencia o ha cobrado un premio de la lotería y no lo ha comunicado, por poner un ejemplo práctico. Si la situación económica cambia durante dicho periodo, es posible revocar el beneficio. En caso contrario, una vez concluidos los 5 años, las deudas desaparecen para siempre.

En lo que respecta al futuro, una persona que ya se ha beneficiado de la Ley de la Segunda Oportunidad podría volver a hacerlo en el futuro, siempre que el concurso no se solicite en los 10 años posteriores.

business-litigation

¿Quieres más información sin compromiso?